domingo, 9 de octubre de 2011

Capítulo XI

-Lu...ahora no llores tú...
-Mar, ¿tú sabes lo que acabas de decir?
-No, no me acuerdo parece ser que soy como los peces , tres segundos de memoria...-Le miré con sarcasmo-
-Tonta...no se si llorar o reírme.
-Prefiero verte reír. -Le dije dibujando una sonrisa en sus labios.-
Nuestras sonrisas se encontraron, y las lágrimas cesaron.
-Lucas...ahora hablando en serio, sabes que lo nuestro es imposible ¿no? , ojalá fueran de otra manera las cosas , pero yo voy a estar mucho tiempo fuera y nosotros, juntos, a distancia...no es una buena idea. -Ahora nuestras sonrisas se desvanecieron.-
-Pero Mar, no hay nada imposible, por lo menos podríamos intentarlo.
-Lucas...¿te crees que no me gustaría?, pero la distancia solo provoca dolor y desconfianza. No poder vernos, ni vivir momentos juntos, ni siquiera un beso...y que es peor...¿y si alguno de los dos se enamora de otra persona? Lucas son muchos factores en contra.
-O tú que eres muy pesimista.
-¿Lucas? no soy pesimista, simplemente es la realidad.
Lucas apartó su mirada de la mía, se giró dándome la espalda.
-Bueno señorita realista, respetaré tu decisión.
Me acerqué, y le abracé por la espalda y al momento se volvió a girar para estar frente a mí, y ahora nuestras miradas se volvieron a encontrar.
-Te quiero. -Se limitó a decir.-
Sabía que esta vez te quiero tenía un significado diferente.
-Lucas... no me hagas esto...
Y sin poder evitarlo sus labios volvieron a encontrarse con los míos. Pero rápidamente me aparté...
-No puedo...lo siento...será mejor que me vaya...
-¿Irte? ¿sola? 
-Si.
-Pero si solo tenemos mi coche para volver.
-No importa, llamaré a un taxi o a alguien.
-Mar...déjame que te lleve por lo menos...
-No. 
-No seas cabezota.
-No lo soy.
Busqué en mi bolso mi móvil, pero cuando lo cogí estaba apagado...me había quedado sin batería. Esto no me podía estar pasando a mí. 
-Lucas...
Él ya se estaba riendo de mí.
-¿Se puede saber de que te ríes?
-No tienes batería. Así que te tocará ir conmigo.
-Déjame el tuyo.
-¿Qué?
-Que me dejes tu móvil.
-Jajajajajajaj, no.
-Lucas...
-JAJAJAJAJAJA
-Yo no me río.
Sacó su móvil de su bolsillo y lo puso en alto diciendo:
-¿Lo quieres?
-¬¬ ¿Te crees muy gracioso, no?
-Y digamos que sí.
-Si tanto me quieres dámelo.
-No intentes manipularme, que te conozco.
Entonces me fui acercando para quitárselo pero él echó a correr, y yo como una tonta detrás de él. Sabiendo que era imposible alcanzarle, hice como que me caía y preocupado se acercó...
-¡Mar!, ¿estás bien?
Y de repente le cogí y le tiré a la arena...
-¡Tramposa!
Comencé a revolcarlo por la arena como venganza.
-Mar...luego vas a ser tu quien limpie el coche.
-Si si, ahora dame el móvil.
-Ah, ese que gracias a ti, se ha llenado de arena y ahora no funcionan las teclas, si señorita como usted quiera.
No, no podía ser...y si, no me quedaría más remedio que irme con él.



                                                                  Continuará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario