viernes, 30 de septiembre de 2011

Capítulo IX

Lucas sacó de la parte de atrás un gran ramo de violetas, era precioso. Creo que iba a llorar de la emoción. Y cada vez me sentía más nerviosa y no sabía por qué.
-¡Ay! ¡qué amor! gracias y más gracias, me vas a hacer llorar ¡eh! ¬¬
-No, no llores, ¡recuerda el rímel! - me dijo soplándome en los ojos bromeando.-
-Jajajajaja, ya ya, te quiero mucho, ¿sabes?
-Yo también. Bueno, ¿nos vamos?
-Si, adelante.


Comenzó a conducir, el camino que tomó me resultaba familiar...mientras tanto sonaba una de mis canciones favoritas "Solo para ti" de Camila. 
"Eres todo lo que pedía, lo que mi alma vacía quería sentir..."
-Me encanta esta canción
-Si, a mí también.
Acabamos cantándola juntos, ¡sonábamos muy bien!
-Bueno, fin del trayecto.
-¡Bien! Lucas...este lugar me resulta familiar...jajajajaja.
-Si, es la playa donde te llevé aquella noche que tu madre interrumpió.
-¡Ah, si! ¡es verdad! jajajajaja.
-Bueno...¿preparada?, permíteme vendarte los ojos.
-¿Esto es un déjà vu o te estás repitiendo? jajajajaja.
-Calla, ya verás que no. Además todo tiene su significado, el hecho de volver a este lugar.
-Bueno, bueno, ok.


Lucas me vendó los ojos y me guió hasta donde llegaba la arena y me dijo que me quitara los zapatos y así hice.
-¿Preparada?
-Si.
Cuando Lucas me adentró a la arena y quitó la venda de mis ojos, a consecuencia de lo que mis ojos vieron, creí por un momento que el corazón se quedaría ahí parado.
Era hermoso, parecía una escena sacada de una película. Podía observar un pequeño camino de pétalos de rosas que conducía a una mesa para dos decorada con un estilo clásico. Todo esto rodeado de antorchas que iluminaban el lugar. Podía ver el cielo estrellado como la primera vez que lo vi, escuchar el sonido del mar, era todo perfecto.
-¡Aiaja, me muero!, pero...¡que lindo! Gracias Lucas, no me esperaba esto de ti eh, tan detallista resultastes ser. -Me precipité a darle un beso en el cachete.-
-Mar, me dejarás el pintalabios marcado por dármelo tan fuerte.
-¡Anda, calla! que son permanentes, de los que no manchan...jajajajajaja.
Nos reímos juntos.
-Bueno, ¿cenamos?
-Si.


Nos sentamos. Él me ofreció el asiento y me senté, a continuación sirvió la cena y se sentó enfrente mía.
Era todo tan hermoso...
Estuvimos hablando de miles de cosas y riéndonos sin parar. Sentía su mirada fija en mis ojos en todo momento y yo le respondía con la mía. Algo extraño se podía sentir en el aire.
-Mar, ¿quieres bailar?
-¿Con lo patosa que soy?
-No pasa nada, yo te enseño. -Me dijo con una sonrisa.-
-Está bien, porque eres tú eh.


Puso una canción de vals y nos pusimos a bailar al unisono de la música. Varias veces le pisé, aun así nos reíamos juntos. Comenzó a sonar una canción lenta, él tomándome por la espalda, me acercó más hacia él.
-Mar...
-¿Si? -Tenía voz de tonta-
-¿Todo bien?
-Genial...
Se acercó a mi oído...
-¿Recuerdas que tu madre interrumpió justo cuando te iba a decir algo importante?
-Si.
-Bueno, te lo voy a decir.


En ese momento comenzó a cantarme al oído: "Eres lo que tanto esperaba, lo que en sueños buscaba y que en ti descubrí. Tú has llegado a encender cada parte de mi alma, cada espacio de mi ser. Ya no tengo corazón, ni ojos para nadie, solo para ti."
Quedé en shock, no podía asimilar lo que estaba escuchando, el corazón iba a mil por hora y algo extraño sentí en mi interior, ¿nervios?, ¿mariposas?, tenía miedo.
Pero el borró mis pensamientos.
Cogió mi cara entre sus manos y comenzó a acercarla hacia la suya...su nariz rozaba la mía...no sabía que hacer. Sabía lo que iba a ocurrir, pero no podía pensar más, así que me deje llevar.
Acercó sus labios hacia los míos hasta que pudo rozarlos con suavidad...hasta que se convirtió en un beso tierno, dulce, romántico, simplemente indescriptible...me encontraba en sus brazos, besándome con mi mejor amigo.




                                                                      Continuará.





Capítulo VIII

Era de día, la luz penetraba por los huequitos de mi persiana, parece que iba a hacer buen día y no me equivocaba. Cuando me levanté y abrí la persiana, un espléndido sol se encontraba en medio del cielo.
¡Qué bonito un día así para ser el último!


Me dirigí hacia mi armario y me vestí con algo sencillo. Bajé a desayunar, toda mi familia me esperaba, era mi último desayuno con ellos. Me prepararon de todo y estuvimos un largo rato hablando y recordando viejos tiempos y de todo lo que comenzaría con mi nueva vida en Argentina.
Cuando terminé, me cepillé los dientes, me senté en la cama y me puse a pensar en muchas cosas, hasta que me acordé que esa noche iba a cenar con Lucas. Nuestra última cena, no sé que iba a hacer sin él...sin verle...iba a ser duro.

Esa semana la había dedicado a guardar todo lo que me quedaba de las últimas maletas y recoger la habitación. No hice nada más hasta que se hicieron las 20:00pm y decidí empezar a prepararme.
Me duché y me puse mi mejor vestido, uno de color rojo, palabra de honor con zapatos a juego. Decidí ponerme aquel colgante, mi favorito, que me regaló Lucas por mi cumpleaños de los dieciocho. Un corazón plateado con una inscripción donde decía "Siempre en ti". Que recuerdos me trajo al observarlo, enseguida me maquillé, labios rojo carmesí y ojos ahumados, por último dejé mi larga melena suelta.
Me senté en la cama al terminar y respiré hondo, tenía todo bajo control, solo sabía que al final de la noche acabaría con la cara llena de manchurrones de llorar.

Eran las 21:00pm, sonó el pitido de un coche, era él. Estaba nerviosa... y no sabía por qué. Era algo normal quedar con él.
Bajé y me esperaba al salir, estaba guapísimo, nunca lo vi tan arreglado...esmoquin...pelo desaliñado...
Parecíamos que íbamos a una boda. 
Cuando me vio, se quedó con la boca abierta...

-Lucas, cierra la boca que te van a entrar moscas...jajajaja -le dije sonriendo-
-¡Oh! Madre mía...Mariana...estás...estás...impresionante.
 (Sentía que un pequeño rubor subía a mis mejillas)
-Gracias, pero tú más eh...
-Jajajaja no, tu más.
-Anda...mejor lo dejamos en los dos...jajajajajaja
-¿Preparada?
-Si, ¿a dónde me llevas?
-Pues no creas que te llevo al mejor restaurante, jajajaja, me lo he currado yo solito, así que ya verás.
-Aiaja...que nervios.
-¿Estás nerviosa?
-Si, mucho.
-Jajajaja, bueno tranquila.
-Ya me tranquilizo...aummm.
-Jajajajaja tú y tus meditaciones.

Subimos al coche, olía a violetas, mi aroma favorito.
-¿Le has echado ambientador de violetas al coche?
-Jajajajajaja
-¬¬ Responde.
-No.
-¿Entonces? Sabes que es mi aroma favorito.
-Si, lo sé, y por eso quería regalarte esto...



                                               No se pierdan el próximo!!!

martes, 27 de septiembre de 2011

Capítulo VII

"Marianita, ¿qué tal? oye...¿sería posible que mañana me pudiera
despedir de ti invitándote a cenar? (pucherito) :) "

Me reía interiormente, me sentí nerviosa al recordar lo que me había dicho Blanca.
-¿Quién es?
-Lucas.
-¿Y?
-Sigo pensando que no tienes razón, pero quiere invitarme a cenar mañana por la noche como despedida.
-JAJAJAJAJA claro, claro...¿y que piensas hacer?
-Ir.
-Si si si...yo no digo nada...
-Blanca...¬¬

Decidí contestarle:
"Ok Lucas, mañana nos vemos, ven a recogerme 
sobre las 21:00 ¿ok? Un besito."

-Blanca...¿de verdad piensas que le gusto?
-Mar, date cuenta. Yo se que sois unos muy buenos amigos...pero la manera de actuar contigo es demasiado tierna...tururur...
-No se...yo soy así y lo conozco muy bien, no creo que sea nada de eso.
-Mmm...Mar...¿te puedo hacer una pregunta? pero contéstame con la pura verdad eh ¬¬, que sabes que a tu mejor amiga no le puedes mentir.
-Mmm, ok, dime. Me das miedo...
-Vale, imagínate que Lucas está enamorado de ti y que lo que te quería decir el otro día en la playa era eso...¿qué harías? y si te propusiera intentarlo, ¿le dirías que si?
Al escuchar la pregunta de mi amiga, me quedé sin saber que decir. Nunca me había planteado esas cuestiones. Yo se que quería mucho a Lucas, pero nunca me imaginé llegar a ser algo más que amigos, no sabía si capaz sentía algo por él, estaba muy confusa.
-Mariana...¬¬
-¡Ah! si, perdón, me quedé colgada...
-Si si...
-Pues no se...me has dejado sin palabras, nunca me lo he preguntado pero...bueno si lo que iba a decir hubiese sido eso, le habría dado a entender de que no estoy segura de sentir lo mismo y que tendría que pensarlo.
-Bueno, ok. Sé que me estás diciendo la verdad porque no te tiembla el ojo...jajajajajaja.
-Blanca...jajajajajajaja.
-Bueno, creo que es tarde y debo de irme ya...
-Blanca... que difícil se me hace esto...llegó la hora de despedirnos de verdad... -Las lágrimas empezaron a recorrer mis mejillas, ella ya estaba llorando-
-Mariana no quiero que te vayas...
-Lo se, pero ya está, nos veremos pronto, te lo prometo, y ven a visitarme eh.
-Si, obvio. Sin ti pf no se que voy a hacer.
-Blanch, pues seguir tu vida, estar con Simón y ya sabes que todas las semanas nos vamos a llamar.
-Si. Te quiero mucho, no lo olvides ¿vale?
-Más te quiero yo.

Blanca y yo nos despedimos, fue duro. Separarse de la persona con la que habías convivido toda una vida.
Nos dimos un fuerte abrazo y nos intercambiamos nuestros colgantes con nuestros nombres.

Cuando se fue, estuve un largo rato meditando en mi cama, en verdad estaba un poco empanada.
Terminé de recoger las últimas cosas y después de cenar y ducharme, me metí en la cama, y me quedé frita en un instante.



                                                              Continuará... no te pierdas los dos siguientes!

sábado, 24 de septiembre de 2011

Capítulo VI

Era viernes, habían pasado ya cuatro días de aquella noche.
Me fue imposible volver a quedar con Lucas, aun así hablábamos por la notebook.
Estuve muy ajetreada terminando de preparar todo y visitando a mis diferentes amigos para despedirme.
El domingo ya partiría a Argentina, a emprender una nueva etapa. Mientras ellos terminan el verano, trabajaré en la empresa del papá de mi amiga Flor que vive en Buenos Aires y me hospedaré en su casa hasta que reúna dinero y pueda alquilar un piso.


Hoy había quedado con mi mejor amiga Blanca, pasaría todo el día con ella, para despedirnos y darnos los últimos achucheos y contarnos las últimas novedades.


Eran las once de la mañana, decidí bajar a desayunar, después de esto volvía mi habitación para cambiarme.
Me puse unos vaqueros y una camiseta de tirantes suelta con una rebeca de lana encima, mis zuecos y mi bolso marrón a conjunto. Pasé al baño, me cepillé los dientes, me hice una trenza desaliñada y solamente me puse un poco de máscara de pestañas y gloss.


Habíamos quedado en la Explanada, ya que íbamos a pasar parte del día disfrutando del sol, paseando y luego comeríamos en un Mcdonals.


Cuando llegué, enseguida la visualicé a lo lejos. Llevaba un vestido y un bolso a juego, estaba guapa como siempre.
-Blanca -la saludé mientras le daba un buen achuchón.-
-¡Mar! qué tal?
-Bien ami, tú?
-Bien y mal...no quiero que te vayas.-me dijo abrazándome de nuevo-
-Bueno, ¿damos un paseo?
-¡Yes!


Mientras caminábamos...
-Ché ami, cuéntame cosas, quiero enterarme de todo antes de que te vayas y me dejes SOLA. ¬¬
-Ami sabes que no te dejo sola, me vas a tener siempre y es por un tiempo...bueno te cuento la última.
El lunes pasado tuve una pesadilla, entonces Lucas me vino a buscar y me llevó a una playa y...
-¿Hubo chape? -me interrumpió Blanca-
-¡Blanca! Sabes que Lucas  y yo solo somos amigos.
-Jajaja sisis, pero ché en serio...¿no te das cuenta?
-¿Darme cuenta de qué?
-De que Lucas está muerto por ti.
-Jajaja, anda Blanca...no digas estupideces, aunque algo que me inquieta es que me quería decir algo importante esa noche, pero bueno...me llamó mi madre y no llegó a decirme nada.
-¿Ves? ¿ves? si yo ya te lo digo...le gustas.
-Que no Blanca...que es imposible.
-Bueno ya verás...tiempo al tiempo.
-¿Y tú qué?
-Pues yo todo bien con Simón, estoy muy feliz.
-Me alegro, ya sabes hazte respetar ¡eh!
-jajaja si...¡es un amor!
-Ok ok. Ché, ¿comemos algo? ya se que es pronto pero no se por qué pero me muero de hambre.
-Ok, tengo que complacerte en el último día que pasas conmigo.
-Gracias. -le dije sonriendo y me acerqué a darle un beso en el cachete.-


Fuimos al Mcdonals, comimos, nos empachamos, seguimos hablando de la vida, de los proyectos, etc.
Después fuimos de últimas compras y la pasamos genial.
Al finalizar el día fuimos a mi casa a estar un rato cuando sentí mi móvil sonar.


Era un mensaje de Lucas...




                                                Continuará.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Capítulo V

Hoy escribo un capítulo más porque me animaron mi hermana y Laurita.

Pero sonó mi teléfono, tenía que responder. Le miré y me indicó que respondiera.
Cogí el móvil y vi que era mamá.
-¿Si?
-¿Hija, pero dónde te has metido? hace nada hemos vuelto a casa y no estabas...¡estaba asustada!
-Mamá no te preocupes, fui a dar una vuelta con Lucas, no me sentía bien.
-¿Con Lucas? ¿a estas horas? te quiero YA en casa.
-Ok mamá...ya salgo para allá.
Corté y guardé el móvil.
-Lucas...
-Si, tienes que volver a casa.
-Lo siento, otro día de esta semana quedamos y me cuentas.
-Ok, todo bien, recojamos esto y ya te llevo a casa.
-Gracias, sos un amor.
-¿Ya te dio por hablarme en argentino?
-jajajajaja si :$ (le contesté dándole un beso en la mejilla)
-Vamos.
-Vamos.

Recogimos todo y nos dirigimos al coche y de ahí nos dirigimos a casa, al salir...
-Lucas, gracias, en serio la pasé increíble, ya sabes que me tienes que contar lo que me ibas a decir.
-No, ya no tiene importancia...era una tontería.
-Lucas te conozco.
-Bueno nos vemos.
-Chau.

Antes de salir del coche le di un tierno beso en la mejilla.
Cuando llegué a casa mi madre me esperaba en el sofá y me miraba con cara de estar preocupada pero con ganas asesinas de matarme.
-No lo hagas más, ¿ok?
-¬¬ Mamá tengo dieciocho años, no soy una niña, es mi última semana aquí y además Lucas y yo solo somos amigos.
-Bueno, pero no veas el susto que me he pegado.
-Bueno mamá me voy a dormir, ahora si que estoy con mucho sueño. Buenas noches.
-Normal, son las 4:45 de la mañana...buenas noches.

Me acerqué a darle un beso de las buenas noches y me dirigí a mi cuarto.
Ahora si que podía dormir y estaba más tranquila gracias al detalle que tuvo Lucas conmigo.

Mientras intentaba dormir, se me vino a la mente la pregunta de qué me iba a decir Lucas justo cuando me llamó la inoportuna de mi madre, después de esto me quedé frita.


                                                          Mañana más.

El amor es doloroso...

Qué dolor provoca
pensarte.

Qué dolor provoca 
mirarte.

Sueño con un día
despertar y no 
sentir esto más.

Sueño con un día
en que este amor
no vaya a más.

¿Sería mejor que 
me alejase de ti?

¿Que esta amistad 
llegara a su fin?

Ni se me ocurre
olvidarme de ti,
porque me 
haces feliz.

Capítulo IV

Salió del coche y cogió una bolsa llena de cosas y luego pasó por mi lado para invitarme a salir del coche.
-¿Qué pretendes con todo eso? ¿No estarás pensando en descuartizarme y meterme ahí no?
-Ja ja, Marianita tu siempre tan graciosa, pensé que ya que no podías dormir podríamos pasar un lindo rato juntos.
-¿Lucas? no me hagas pensar mal...
-¬¬ ¡Tonta!


Comenzamos a caminar, enseguida pude sentir la arena bajo mis pies. Estaba todo oscuro y podía escuchar el sonido tranquilizador de las olas del mar.
-Bueno, aquí es. Vamos a acomodar un poco el lugar y así te muestro algo que te va a encantar.
-Ok, que intriga...
Sacó de la bolsa que llevaba por lo menos tres mantas. Una la extendió sobre la arena y me invitó a sentarme, y así lo hice. A continuación se sentó a mi lado y pasó a nuestro alrededor las otras dos mantas ya que hacía frío. Nos encontrábamos pegados el uno al otro y yo le abrazaba para sentirme más cómoda.
-¿Lista?
-Si
-Tumbémonos.
-Lucas...
-Mar no pienses mal...
- ¡Chiste! 


Nos tumbamos y al hacerlo solo hizo falta darme cuenta del hermoso cielo azul oscuro casi negro repleto de estrellas que brillaban con una luz especial. Él sabía que eso me encantaba.
-¡Oh, Lucas! nunca me imaginé esto. Gracias. (Le dí un beso en la mejilla y seguí abrazada a él)
- De nada. (y me devolvió un beso en la cabeza)
Nos quedamos un largo tiempo contemplándolas, entonces él fue quien rompió el silencio.
-Mar...
-¿Si?
-Yo...tengo que hablar contigo de algo importante contigo antes de que te marches.
-Me asustas...dime.
-Yo...yo...


                                                 Continuará...

domingo, 18 de septiembre de 2011

Capítulo III

-¿Hola...? ¿Quién es? (se le escuchaba con una voz ronca que daba a entender que le acababa de despertar de su sueño profundo)
-¿Lucas? Soy Mar, lo siento de veras por la hora, pero acabo de tener una pesadilla horrible y necesitaba hablar con alguien a ver si me tranquilizo y pensé en ti.
-¿Mar que pasó? tranquila que por mi Marianita lo soporto todo.
-Gracias Lú. Soñé que mi avión se estrellaba...ya se, ya se... es un sueño y además uno muy tonto, pero no se...me asusté y no puedo dormir.
-No seas tonta, ¿a quién no le dio miedo un sueño de nada? Mira se me acaba de ocurrir una cosa.
-Si, dime.
-Cojo el coche y te voy a recoger ahora.
-¿Ahora? Pero Lú...
-Si, ahora. Mar no pasa nada, es tu última semana aquí y quiero hacer que no te sientas ni mal, ni asustada antes de que te vayas. Así que te paso a buscar y te doy un paseo y así charlamos tú y yo.
-Ok, gracias. No se que haría sin ti.
-En quince minutos estoy allí.
-Ok, te espero.

Decidí cambiarme y arreglarme un poco. Aquí en España recién comenzaba el invierno, así que me puso unos vaqueros limpios y una camiseta de manga larga junto mi camisa favorita a cuadros.
Me dirigí al baño y me cepillé los dientes, me maquillé un poco y peiné mi larga melena rojiza.
Justo estaba cogiendo mi bolso para dirigirme a la puerta cuando escuché el pitido del coche, él ya estaba esperándome.

Salí y cerré la puerta con llave, me dirigí al coche y abrí la puerta, le saludé mientras entraba en él.
-Hola Lucas, en serio gracias por hacer esto por mí.
-No me des las gracias, sabes que soy tu mejor amigo y hasta en la más mínima tontería te voy a acompañar.
-Gracias una vez más.
Estaba cómoda y me tranquilicé al estar en su compañía, no tenía frío ya que había puesto la calefacción, aun así me ofreció su abrigo y yo lo acepté.
-¿Estás mejor?
-Si, gracias.
-Me alegro, no te preocupes Mar todo fue un mal sueño.
-Si, lo se...soy una tonta...
-No, no digas eso, no eres tonta. ¿Sabes? yo de pequeño dormía con diez peluches en la cama porque pensaba que así estaría protegido del coco.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJA... (no podía parar de reír) del coco?
-No te rías...¬¬
-Vale vale....mmmm JAJAJAJAJAJAJA
-¡Mariana! que te dejo en mitad de la nada eh, cuidadín con Luquitas.
-¡Oh! ¿serías capaz? eres malo ¬¬
-Si, y tú malísima.
-Ains...por cierto...¿a dónde me llevas?
-Al país de nunca jamás.
-Uuuuh...yo prefiero el mundo de yupi.
-jajajaja, anda...no te cueles tanto, ya verás.
-Por esta vez confiaré en ti.
-¿Acaso no lo haces siempre?
-Tienes razón. ¿Sabes? te odio.
-Yo también.

Estuvimos hablando un largo rato, pasó como una media hora cuando paró al lado de una playa desierta...

                                                             Continuará...

Oh pequeño corazón de cristal,
frágil y fácil de quebrar.

Un sentimiento nuevo vino 
a ti a morar,
Un amor puro y lindo de admirar.

Cuan difícil es cuando sus ojos no ven,
y no nota mi amor hacia a él

Cuan difícil es intentar esconder 
lo que siento por él,
Mas sin querer dejo 
ese sentimiento entrever.





Capítulo II

Recibí varios regalos, "Para que nos tengas siempre contigo" me decían.
Cada uno de esos regalos representaban días únicos que habíamos pasado juntos...esas salidas al cine, la playa...fue hermoso todo.

Al caer la tarde volví a casa y en mi último lunes antes de irme, decidí comenzar a desarmar mi habitación y meterlo todo en cajas de cartón.

No estaba siendo fácil, pero debía de hacerlo, ya había tomado esa decisión. 
Empecé a envolver todos mis grandes y pequeños recuerdos, como esa caja llena de poesías que me escribía mi amiga Candela, las cartas de mis admiradores secretos cuando tenía siete años, álbumes y álbumes de fotos, regalos de cumpleaños, de navidad...

Terminé agotada al final del día, estaba sola en casa, así que abrí el frigorífico y agarré lo primero que pillé, un poco de pasta que había sobrado.
Me senté frente a la televisión y empecé a comer, la verdad es que estaba bastante pasable.
A continuación me retiré a mi cuarto y prendí la notebook, entré en facebook y como siempre tenía un mensaje de mi mejor amiga llamada Blanca, pidiéndome que no me fuera, que me quedara con ella, que tenía todo aquí. 
La verdad que me sentía culpable por dejarla sola, sentía que estaba siendo egoísta con los demás y que no pensaba en el dolor que causaba a los que me querían, con mi partida.
Le respondí como siempre que serian unos años, en cuanto terminara la carrera volvería ( aunque de eso no estaba segura) y que en todo caso en vacaciones iría de visita, además de llamar todas las semanas para contarnos todos los chismes que ocurrían. 
De cierto digo que no se que voy a hacer sin ella a mi lado...

Estaba demasiado cansada y mis ojos comenzaban a cerrarse lentamente, así que decidí meterme a la cama y emprender un nuevo viaje a los sueños. Mañana sería un largo día.

Esa noche tuve una pesadilla horrible. Me encontraba en el avión y de repente pasó algo, el avión comenzó a caer en picado, parecía que nunca dejaba de caer y por un momento se me pasaban fugazmente todos los momentos que marcaron mi vida como en las películas.

Me levanté asustada, tenía calor y me temblaban las manos, miré el reloj y marcaban las 3:30 de la mañana. Bajé a la cocina a por un vaso de agua, pero estaba intranquila y asustada, a pesar de la hora decidí llamar a...LUCAS.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Capítulo I

Era verano cuando decidí que me iba a estudiar a Argentina. Mis padres no lo querían asimilar y me decían miles de cosas para que yo no emprendiera esta nueva etapa de mi vida.
Me decían: "Mariana no puedes irte, tienes todo aquí, tu familia, tus amigos, TODO.
Perfectamente puedes estudiar aquí y no desperdiciar tanto dinero en viaje, universidad, piso..."
Pero yo siempre les respondía: " Lo se, pero es una decisión que tengo ya tomada, sabéis que mi sueño siempre ha sido conocer Argentina y ahora que se me presenta la oportunidad de probar, viajar allí y sobre todo estudiar, no lo voy a dejar pasar."

Mi viaje de partida era dentro de dos semanas, aprovecharía para armar todas las maletas, poner en orden papeles, pero sobre todo para despedirme de todos mis seres queridos y amigos. Sabía que iba a ser difícil separarme de todo lo que había sido mi vida hasta ahora que todo cambiaba.

Era una mañana cuando decidí ir a despedirme de mi antigua clase, estuve toda la mañana con ellos, recordando los buenos momentos que pasamos juntos en el último curso, y que ahora cada uno tomaría su propio rumbo.    

                                                                              Continuará...

viernes, 16 de septiembre de 2011

Proximamente♥

Un futuro viaje a Argentina...
                          Una noche Especial...
                                                     Un amor Inesperado...
" Una sonrisa vale más que mil palabras"