viernes, 30 de septiembre de 2011

Capítulo IX

Lucas sacó de la parte de atrás un gran ramo de violetas, era precioso. Creo que iba a llorar de la emoción. Y cada vez me sentía más nerviosa y no sabía por qué.
-¡Ay! ¡qué amor! gracias y más gracias, me vas a hacer llorar ¡eh! ¬¬
-No, no llores, ¡recuerda el rímel! - me dijo soplándome en los ojos bromeando.-
-Jajajajaja, ya ya, te quiero mucho, ¿sabes?
-Yo también. Bueno, ¿nos vamos?
-Si, adelante.


Comenzó a conducir, el camino que tomó me resultaba familiar...mientras tanto sonaba una de mis canciones favoritas "Solo para ti" de Camila. 
"Eres todo lo que pedía, lo que mi alma vacía quería sentir..."
-Me encanta esta canción
-Si, a mí también.
Acabamos cantándola juntos, ¡sonábamos muy bien!
-Bueno, fin del trayecto.
-¡Bien! Lucas...este lugar me resulta familiar...jajajajaja.
-Si, es la playa donde te llevé aquella noche que tu madre interrumpió.
-¡Ah, si! ¡es verdad! jajajajaja.
-Bueno...¿preparada?, permíteme vendarte los ojos.
-¿Esto es un déjà vu o te estás repitiendo? jajajajaja.
-Calla, ya verás que no. Además todo tiene su significado, el hecho de volver a este lugar.
-Bueno, bueno, ok.


Lucas me vendó los ojos y me guió hasta donde llegaba la arena y me dijo que me quitara los zapatos y así hice.
-¿Preparada?
-Si.
Cuando Lucas me adentró a la arena y quitó la venda de mis ojos, a consecuencia de lo que mis ojos vieron, creí por un momento que el corazón se quedaría ahí parado.
Era hermoso, parecía una escena sacada de una película. Podía observar un pequeño camino de pétalos de rosas que conducía a una mesa para dos decorada con un estilo clásico. Todo esto rodeado de antorchas que iluminaban el lugar. Podía ver el cielo estrellado como la primera vez que lo vi, escuchar el sonido del mar, era todo perfecto.
-¡Aiaja, me muero!, pero...¡que lindo! Gracias Lucas, no me esperaba esto de ti eh, tan detallista resultastes ser. -Me precipité a darle un beso en el cachete.-
-Mar, me dejarás el pintalabios marcado por dármelo tan fuerte.
-¡Anda, calla! que son permanentes, de los que no manchan...jajajajajaja.
Nos reímos juntos.
-Bueno, ¿cenamos?
-Si.


Nos sentamos. Él me ofreció el asiento y me senté, a continuación sirvió la cena y se sentó enfrente mía.
Era todo tan hermoso...
Estuvimos hablando de miles de cosas y riéndonos sin parar. Sentía su mirada fija en mis ojos en todo momento y yo le respondía con la mía. Algo extraño se podía sentir en el aire.
-Mar, ¿quieres bailar?
-¿Con lo patosa que soy?
-No pasa nada, yo te enseño. -Me dijo con una sonrisa.-
-Está bien, porque eres tú eh.


Puso una canción de vals y nos pusimos a bailar al unisono de la música. Varias veces le pisé, aun así nos reíamos juntos. Comenzó a sonar una canción lenta, él tomándome por la espalda, me acercó más hacia él.
-Mar...
-¿Si? -Tenía voz de tonta-
-¿Todo bien?
-Genial...
Se acercó a mi oído...
-¿Recuerdas que tu madre interrumpió justo cuando te iba a decir algo importante?
-Si.
-Bueno, te lo voy a decir.


En ese momento comenzó a cantarme al oído: "Eres lo que tanto esperaba, lo que en sueños buscaba y que en ti descubrí. Tú has llegado a encender cada parte de mi alma, cada espacio de mi ser. Ya no tengo corazón, ni ojos para nadie, solo para ti."
Quedé en shock, no podía asimilar lo que estaba escuchando, el corazón iba a mil por hora y algo extraño sentí en mi interior, ¿nervios?, ¿mariposas?, tenía miedo.
Pero el borró mis pensamientos.
Cogió mi cara entre sus manos y comenzó a acercarla hacia la suya...su nariz rozaba la mía...no sabía que hacer. Sabía lo que iba a ocurrir, pero no podía pensar más, así que me deje llevar.
Acercó sus labios hacia los míos hasta que pudo rozarlos con suavidad...hasta que se convirtió en un beso tierno, dulce, romántico, simplemente indescriptible...me encontraba en sus brazos, besándome con mi mejor amigo.




                                                                      Continuará.





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